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ATLANTA Y DEPORTIVO RIESTRA ASCENDIERON A LA B NACIONAL

La derrota de Acassuso garantizó los automáticos ascensos del “Bohemio” y del “Blanquinegro”.

Fiesta por duplicado. La derrota de Acassuso se festejó en dos extremos de la Capital Federal: hubo fiesta en Villa Crespo y en el Bajo Flores. Es que el resultado del Quemero les abrió las puertas de la B Nacional a Atlanta y Riestra, que se llenaron de festejos observando el duelo por TV.

Así subió Atlanta. El Bohemio, que comenzó la temporada con Pepe Castro al mando y metió una gran recta final con Orfila en el banco de los suplentes, aprovechó que Acassuso no sumó de a tres y se metió entre los cuatro mejores del torneo. ¿Qué otros tripulantes tiene el barco? Barracas, que se encamina al campeonato, Estudiantes de Caseros, que se subió antes, y Riestra, que también estaba atento al resultado del Quemero.

Los de Villa Crespo, que estaban en la BMetro desde el 2012, supieron atravesar todos los obstáculos que se les cruzaron en el camino. Iniciaron la temporada con un Horacio Martínez afiladísimo y la esperanza puesta en Miguel Caneo, que pintaba como el gran conductor. Pero de repente el 9 se rompió, Caneo le dijo adiós al club y el DT también pegó el portazo. Lejos de achicarse, Nacho Colombini se vistió de goleador, Colitto tomó el timón y Chano se calzó el buzo de entrenador. Ayer, gritaron fuerte: “Atlanta es Nacional”.

Así volvió Riestra. En el Bajo Flores se respira un aire de desahogo, de revancha ya saldada. Riestra, después de lo que significó el cachetazo de perder la categoría en la temporada pasada por la quita de puntos determinada por el Tribunal de Disciplina, finalmente logró volver rápido.La Primera B ya es historia y ahora se viene otra historia, ya conocida para muchos: de vuelta en la B Nacional.

Luego de un gran inicio de la mano de Benítez, el Morrón decidió cambiar de aire para asumir en San Miguel. Un hecho que los afectó demasiado y que hizo que disminuyera su nivel bajo la conducción de Leonardo Ragazzo. Pero la CD tomó rápidamente nota de esto y metió mano en el banco, colocando a Guillermo Duró. Desde su asunción, Riestra recuperó su identidad y, con Gonzalo Bravo como bandera, regresó a los primeros puestos para hoy estar viviendo otro suceso imborrable en la historia del club.

(Fuente: Olé)