Política

Contundente triunfo de Alberto Fernández y de Axel Kicillof

El amplio resultado adverso para el Gobierno en las PASO refleja que la gente votó más que nunca con el bolsillo en medio de un extendido malestar económico y social, y esto anticipa una fuerte presión sobre el dólar a partir de este lunes.
Preanuncia, además, una salida en tropel de los fondos de inversión de sus posiciones en bonos de la Argentina, lo cual hará subir el riesgo país tal vez por encima de los 1.000 puntos.
Recesión, desempleo, inflación, aumentos de tarifas y cierre de empresas fueron un cóctel demasiado fuerte para los intentos del Gobierno de obtener un resultado más ajustado en las PASO que lo dejara con mejores chances de darlo vuelta en octubre.
El triunfo contundente de Alberto Fernández -listo para ganar en primera vuelta en octubre-, y la chance clara de que el kirchnerismo vuelva al poder en diciembre, anticipa fuertes turbulencias en los mercados durante los próximos meses.
El viernes, impulsada por rumores sobre un resultado mejor al esperado por parte de la alianza gobernante, la Bolsa porteña había tenido una fuerte alza y la divisa norteamericana operado en baja.
Tal vez fruto de una operación financiera o un “error” en el sondeo, una encuestadora influyente en el recinto pronosticó que la derrota de Mauricio Macri sería menor a la esperada, nada más alejado de la realidad.
El supuesto “dato” disparó fuertes compras de papeles de empresas argentinas, de las cuales los operadores se desprenderán rápidamente de a partir de este lunes, en que se producirá una amplia toma de ganancias que terminará dejando por el suelo las cotizaciones.
Los operadores del mercado ya comenzaron a preguntarse a cuánto cotizará el dólar a partir de este lunes, y qué ocurrirá con las renovaciones de plazos fijos colocados a tasas estratosféricas.
Se espera que el Banco Central salga temprano a intervenir en el mercado de futuros, para tratar de calmar la demanda de divisas.
El Gobierno sabe que no puede darle ventaja a los mercados y que una disparada del dólar podría terminar de sellar en octubre la suerte del proyecto neoliberal liderado por Macri.