Economía

El Gobierno oficializó la suba para los privados: $3000 en enero y $1000 en febrero

El presidente Alberto Fernández firmó un decreto con un aumento remunerativo para los trabajadores privados, que será de $4000, a pagarse en dos cuotas. La primera, se abonará con el salario de enero, por $3000, y la segunda, en febrero, por $1000. Los empleados estatales tendrán un incremento salarial similar, que se pondrá en marcha la próxima semana.

“Esto no es un bono, es un incremento salarial”, sostuvo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, uno de los ideólogos de la medida, que tiene por objetivo fijar un piso de aumento en las paritarias de este año.

El funcionario explicó que el incremento representa un aumento de entre el 7 y el 10 por ciento para las categorías más bajas y estimó que la suba representa 20.000 millones de pesos, con los que el Gobierno busca reactivar el consumo.

El aumento salarial quedó lejos de las expectativas que tenían los gremios, que esperaban como piso un incremento de $6000. Sin embargo, esperan mejorar la cifra en las paritarias.

“No queremos suplir la negociación colectiva, sino fijar un piso para los sectores que habían quedado postergados”, dijo Moroni en lo que fue su primera conferencia de prensa en la Casa Rosada desde que asumió, el 10 de diciembre.

Según los datos que aportó el funcionario, uno de los colaboradores más cercanos al Presidente, cerca 1,3 millones de trabajadores recuperan el poder adquisitivo perdido por el impacto de la inflación durante 2019. “Representa el 20% de los trabajadores”, describió el ministro.

De esta forma, con el monto fijo de $3000 en enero y $1000 en febrero, con los descuentos, los trabajadores sumarán $3320 en sus salarios netos.

En el decreto, el Presidente dispuso “un incremento salarial mínimo y uniforme para todos los trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia del sector privado, que ascenderá a la suma de $3000, que regirá desde el mes de enero de 2020, y a partir del mes de febrero de ese año se deberá adicionar a dicho incremento la suma de $1000”. Pero, según aclaró Moroni, se eximirá a los empleadores de pagar contribuciones patronales sobre estas sumas por los próximos tres meses.

Además, el incremento “deberá ser absorbido por las futuras negociaciones paritarias”. Y agregó: “No deberá ser tenido en cuenta para el cálculo de ningún adicional salarial previsto en el convenio colectivo o en el contrato individual de trabajo en tanto no sea pactado para este incremento un criterio distinto mediante negociación colectiva”.

La suba salarial deberá estar consignada en el recibo de haberes, pero como un rubro independiente denominado “incremento solidario”. Dos sectores quedaron fuera del decreto: los trabajadores rurales y el personal de casas particulares. Según declaró Moroni, ambos sectores serán convocados en los próximos días para evaluar medidas “tendientes a contemplar la situación de dichos trabajadores”.

Moroni adelantó que los trabajadores estatales tendrán una “medida de alcances similares en los primeros días de la semana que viene”. Según detalló, el Gobierno está terminando de redactar el decreto, pero no llegaron a presentarlo este viernes por la “complejidad

administrativa” que representa un aumento salarial de estas características para los trabajadores de la planta del Estado.

Los últimos detalles los terminaron de definir en la Casa de Gobierno el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la vicejefa, Cecilia Todesca, y los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Trabajo, Claudio Moroni. Después de ese encuentro, que duró poco más de una hora, en el despacho del ministro coordinador, desde el Gobierno anunciaron el incremento.

Los negociadores

La suma fija remunerativa y a cuenta de futuros aumentos en la paritaria 2020 -publicada en el Boletín Oficial- es parte de las facultades especiales que el gobierno nacional obtuvo con la sanción de la ley de emergencia económica, y marcará el piso de las negociaciones salariales para este año.

Mientras Moroni mantuvo una línea abierta con los gremios, Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) se encargó de intercambiar opiniones con los empresarios. Guzmán, con una mirada macroeconómica como base de las decisiones, es quien tuvo la última palabra en el equipo económico. Todo se realizó bajo el estricto seguimiento permanente del Presidente y de su ministro coordinador.

“Es un decreto que tiende a la recuperación de los salarios en el sector privado. Es la primera expresión en detalle de lo que planteamos en la ley de solidaridad, normalmente conocida como la ley de emergencia, que era impulsar la recuperación de los salarios de los sectores más vulnerados”, manifestó Moroni.

El titular de la cartera laboral comentó que “las partes negociarán la manera en la que se absorberá en las paritarias”, al tiempo que confirmó que el incremento salarial “se mantiene en caso de que las negociaciones paritarias no avancen”.

El decreto salió después de que, preocupado por el impacto de la inflación, el Presidente pidió moderación a los gremios en las paritarias, un mensaje que tuvo, por sobre todo, un destinatario: el líder camionero, Hugo Moyano, quien presiona para alcanzar un fuerte aumento en su sector.

En la Casa Rosada reconocen que el problema del alza en los precios por ahora no tiene solución y apuestan a que las paritarias no se transformen en un problema adicional. “Hoy tenemos una inercia muy fuerte del proceso inflacionario y no tenemos muy buenas noticias para dar en esa línea”, admitió anteayer el jefe de Gabinete.

“Queremos que las paritarias funcionen. Estamos tratando de garantizar un aumento mínimo con el fin de lo que los empresarios no vuelvan a abusarse de los que trabajan. Pero también hay que pedir a los que trabajan que tengan en cuenta la situación. No hagamos pedidos desmedidos, todo repercute sobre la economía”, fue el pedido que hizo el Presidente a todos los sectores.