Política

Rodríguez Larreta pone en marcha un plan de emergencia para gestionar en la crisis

En medio de la emergencia sanitaria y económica por el coronavirus, y decidido a no quedar atrapado en su propio laberinto, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , dispuso una serie de herramientas y medidas para poder actuar sin restricciones durante el tiempo que dure la emergencia.

El plan, que incluye la posibilidad de reasignar partidas presupuestarias y de recursos humanos, establece el congelamiento de ingresos a la planta del gobierno porteño, suspende los aumentos de los empleados y dispone “el aporte voluntario” del 25% de los salarios por tres meses de los funcionarios de mayor jerarquía.

También, tras el escándalo por la adquisición de barbijos con sobreprecios, Rodríguez Larreta ordenó que a partir de ahora el Ministerio de Hacienda tendrá el control y poder de veto sobre las compras. El nuevo modelo de gestión que se oficializó esta mañana -en una presentación junto al vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el ministro de Hacienda, Martín Mura- le otorga en tiempos de emergencia a Rodríguez Larreta la facultad para reasignar partidas presupuestarias desde áreas no esenciales hacia sectores prioritarios, como Salud y Desarrollo Humano.

Los efectos de la pandemia del coronavirus y el impacto del parate económico en la recaudación, con una caída estimada de 40.000 millones de pesos, son los principales argumentos que impulsaron al jefe comunal para “reorientar” su gobierno.

Además, el gobierno porteño suspenderá todo lo que no tenga que ver con la lucha contra el brote de la enfermedad que, en la ciudad de Buenos Aires ya cuenta 728 contagiados, 22 de los cuales fallecieron. Y se suspenden todas las obras, entre ellas en subtes y metrobuses, durante el tiempo que dure la pandemia.

El jefe comunal también le ordenó a cada uno de sus ministros una exhaustiva revisión y renegociación de los contratos. Esto se da después de la polémica que se disparó por la compra de barbijos a $3000 y la inclusión del Midas Hotel Management en la lista de sedes para la cuarentena de repatriados, que pertenece a una sociedad que integra la media hermana de Rodríguez Larreta, Ximena Vallarino Alfaro Díaz Alberdi.

En este punto, para evitar nuevos problemas, Rodríguez Larreta le otorgó a Mura el control de todas las compras del gobierno porteño y se pondrá en marcha una plataforma abierta de acceso público para visibilizar los bienes y servicios adquiridos.

Para llevar adelante estas medidas, Rodríguez Larreta envió un proyecto de Ley de Emergencia Económica a la Legislatura porteña, poder que ya lo autorizó para solicitar un préstamo por 150 millones de dólares a organismos internacionales y la ampliación del bono a proveedores por otros $9000 millones.

Rodríguez Larreta también anunció que no habrá nuevas incorporaciones a la planta de personal, en los organismos descentralizados y en las comunas, con excepción de las áreas críticas como Salud. Tampoco habrá aumentos de sueldo, por lo que dure la emergencia. El gobierno porteño además podrá reasignar tareas, algo que de hecho ya lo está haciendo; por ejemplo, con los empleados de la ciudad que trabajan en los hoteles para asistir a los que se encuentran en cuarentena.

Las medidas facultan a la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) a “generar mecanismos de incentivos para que aquellos sectores que menos hayan sufrido los efectos de la pandemia estén dispuestos a adelantar el pago de impuestos futuros”. Entre las opciones en evaluación se encuentra la posibilidad de bonificar y realizar descuentos en el Impuesto Inmobiliario (ABL) o la Patente Vehicular.

Así, después de atravesar una de las peores semanas de su gestión, el jefe de gobierno porteño busca dejar atrás el revuelo que terminó con dos funcionarios echados y retomar al camino que lo tuvo en la primera línea de fuego durante la pandemia como un socio dilecto del presidente Alberto Fernández. Ese rol tuvo un impacto positivo en la sociedad, lo que hizo crecer su imagen pública.