El Gobierno finalmente inició este martes por la mañana el Consejo de Mayo, el cual busca acordar reformas estructurales y proyectos de ley acordes a lo firmado por el presidente Javier Milei y los 19 gobernadores en el Pacto de Mayo, después de más de un año de haber sido anunciado.
Este cuerpo multisectorial fue inaugurado en un encuentro realizado en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada, el cual duró una hora y media y estuvo encabezado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su carácter de presidente del Consejo.
Allí lo acompañaron los seis consejeros designados por decreto: el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, por el Ejecutivo; el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, por las provincias firmantes del Pacto de Mayo; la senadora nacional, Carolina Losada, por la Cámara Alta; el diputado nacional, Cristian Ritondo, por la Cámara Baja; el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, por los sindicatos; y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, por el empresariado.
La reunión de esta mañana tuvo un carácter inaugural y no se profundizó sobre ninguna de las reformas que busca implementar el Gobierno Nacional. En tanto, sí se acordó que en diciembre se pueda finalizar un documento final que contenga las reformas detalladas en el Pacto de Mayo.
El Consejo de Mayo fue anunciado por Milei el 25 de mayo del año pasado. Allí detalló que tendría la responsabilidad de trabajar en proyectos de ley que materialicen los principios adoptados en el Pacto de Mayo, el cual consta de 10 cláusulas adheridas por 19 gobernadores (menos Buenos Aires, Formosa, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego): inviolabilidad de la propiedad privada,
equilibrio fiscal innegociable,
reducción del gasto público,
educación con alfabetización plena y sin abandono escolar,
reforma tributaria,
rediscusión de la coparticipación federal,
explotación de los recursos naturales del país,
reforma laboral moderna,
reforma previsional
y apertura al comercio internacional.
Los miembros del Consejo se reunirán una vez por mes, siendo el 20 de julio el próximo encuentro. Se espera que para entonces cada uno de los integrantes vuelva con una devolución y una lista de prioridades sobre qué temas comenzar a tratar. Todos los integrantes de la reunión coincidieron en que fue una reunión “muy positiva”.
“Tenemos el compromiso de avanzar en las profundas transformaciones que la Argentina necesita, con los consensos necesarios y con acciones estratégicas de mediano y largo plazo”, declaró Francos una vez terminado el encuentro. Por su parte, Sturzenegger afirmó: “Hay un ánimo de diálogo muy conductivo, con miradas diversas y mucha vocación de trabajar para llegar a consensos de acá a diciembre”.
Uno de los puntos que podría generar tensión es la reforma laboral que quiere impulsar el Gobierno, así como los diferentes sectores políticos y empresarios. Al respecto, Gerardo Martínez, el representante de la CGT, afirmó que no avala de manera directa una reforma, pero que se puede conversar una suerte de “modernización” que cuente con la certificación obligatoria de la central obrera.
En rigor, el Consejo es una excusa del Gobierno para encontrar adhesión en aquellas reformas estructurales que Milei cree central impulsar para la segunda parte de su mandato.
Estas solo abarcan algunos puntos del Pacto, mientras que otras podrían quedar de manera más testimonial. Un ejemplo es el sexto punto, la discusión de la coparticipación federal: Gobierno y gobernadores están de acuerdo en que se necesita una implementación diferente, pero el Consejo no parece el ámbito donde se pueda acordar aquello.