Política

Dólar: cuáles son las expectativas de cara a las PASO 2023

Para los analistas, las elecciones primarias serán decisivas en el rumbo económico que tome el Gobierno en el corto plazo; qué podría suceder con el acuerdo con el Fondo, los tipos de cambio financieros, las acciones y el mercado de futuros.

“En la Argentina, el largo plazo es el 13 de agosto”, afirma un economista, y muchos coinciden con él. A una semana de que se celebren las elecciones primarias, el mercado tiene la vista puesta en “el día después” de las PASO y en cómo los resultados de las urnas marcarán el devenir de la economía durante los próximos meses. En los últimos 30 días, el mercado cambiario se recalentó y los contratos de dólar futuro muestran la expectativa de un salto del tipo de cambio mayorista. Dos frentes de tensión que el Gobierno enfrentará hasta diciembre y que eventualmente podrían moderarse dependiendo de cómo se posicionen las diferentes fuerzas políticas.

“Las PASO realmente pueden marcar la agenda. Quedaron demasiadas cosas pendientes para después de las elecciones y su resolución puede depender mucho de los resultados. Por ejemplo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Porque todavía no lo conocemos y tampoco está aprobado por el directorio; eso sucedería recién en la segunda quincena de agosto y de él dependen que lleguen los desembolsos [por US$7500 millones]. Entiendo que el board puede encarar totalmente diferente la reunión en función de si el oficialismo sigue o no competitivo después de las primarias. Al Fondo le importa y al mercado también”.

Sin ir más lejos, en la última semana se recalentó el mercado de futuros, segmento donde dos contrapartes acuerdan un precio del tipo de cambio mayorista para una fecha próxima. Ante el temor de que suceda un eventual salto del dólar oficial, hubo una mayor demanda por cobertura. Esto se dio en línea con la momentánea desaparición de las intervenciones del Banco Central (BCRA) durante la rueda del lunes pasado, y en una semana en que el mayorista se movió por encima de la inflación.

Según el mercado, el dólar oficial cotizaría a $316,75 para finales de agosto. Unos $37 más que hoy ($279,35), el equivalente a una devaluación del 13,4% en los próximos 27 días. Para Caamaño, que el acuerdo con el FMI haya quedado pendiente de aprobación después de las PASO incrementó la incertidumbre con respecto a lo que puede pasar con el mercado de cambios, ya sea por un endurecimiento del cepo o por más restricciones para las importaciones.

“El mercado lo toma como indicativo de que después de las elecciones podría haber cambios, ya sea un salto discreto, un nuevo desdoble, mayores impuestos sobre las importaciones o que se acelere el crawling peg[las microdevaluaciones diarias]. Las opciones son muchas. Pero el mercado se está cubriendo a la espera de que haya más novedades”, completó.

Otro foco de tensión se encuentra latente en los tipos de cambio financieros. Mientras que el dólar blue cerró el viernes a $574, presionado por una mayor dolarización de cara a los comicios, el MEP se negoció $60 por debajo: cotizó a $514,71. Estas diferencias de precios se explican por las intervenciones que realiza diariamente el Banco Central a través del mercado de bonos para ponerle techo a los financieros. Esta estrategia le costó US$510 millones al Gobierno en las últimas 17 ruedas, según estimaciones de la sociedad de bolsa Portfolio Personal de Inversiones (PPI).

“Si el mercado cambiario se calma después de las PASO o no también va en línea con el resultado electoral y los desembolsos del Fondo. Si el Gobierno recibe los US$7500 millones a finales de agosto por parte del FMI, será un escenario muy diferente a que no aparezcan. Más allá de si el programa que se firma es realmente lo que el FMI busca o lo que la Argentina necesita, están financiando al Gobierno de a puchitos de cara a los próximos meses. Ahora, si esto no ocurre, ahí estamos hablando de un tipo de cambio a otros niveles”, apuntó Fernando Baer, economista de Quantum.

En definitiva, la llegada de dólares frescos le permitiría al BCRA recomponer su poder de fuego para contener al MEP con la vista puesta en octubre. Caso contrario, el tipo de cambio libre podría alcanzar valores similares a la crisis provocada por la salida del Gobierno de Martín Guzmán, cuando renunció al Ministerio de Economía en julio del año pasado. En ese entonces, tocó $338 nominales. Al ajustar por inflación, serían cerca de $700 actuales, según cálculos de Baer. Un evento similar podría reflejarse en el resto de los precios de la economía, acelerando la inflación de agosto y de los meses subsiguientes.

“Lo que suceda con el MEP se basará en la expectativa de cambio. Si el mercado considera que la Argentina irá hacia un esquema cambiario más normal, ni siquiera te hablo de remover todos los controles de capitales desde el primer día como en 2015 sino de corregir precios relativos y recapitalizar el BCRA, las brechas se podrían comprimir. La eficacia de estabilizar la demanda se dará siempre y cuando haya gobernabilidad. Hasta ahora está todo en su lugar, mucho más de lo que uno hubiera imaginado a esta altura. Pero los desequilibrios son muy grandes y tienen que estabilizar cada uno de los frentes”, sumó Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo.