El gobierno nacional decidió adelantarse a las críticas de la oposición, en la previa de que el INDEC dé a conocer los porcentajes de pobreza e indigencia, que abarcarán el primer semestre de 2024 (ya exclusivamente a la administración de Javier Milei).
El vocero presidencial Manuel Adorni comenzó su rueda de prensa haciendo foco en esta temática y recordó que recibieron “una herencia desastrosa, de las peores de la historia argentina”. Luego de esa breve introducción, señaló que la degradación social es producto de las políticas que se aplicaron en las últimas dos décadas, fundamentalmente controladas por el kirchnerismo.
“Si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza se hubiese llevado de 40% a cerca del 95% de la población. Nos dejaron al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres”, enfatizó el portavoz, que pidió “terminar con la retórica de los hipócritas, que cuando gobiernan ellos encuentra las mil y una excusas para no cumplir lo que prometen, y cuando son oposición le exigen al gobierno resolver los problemas que ellos no sólo generaron sino que no resolvieron en los últimos 16 años”.
Luego, Adorni recordó que la recuperación no se logra de un día para el otro, como reclama la oposición. Y para fundamentarlo, el funcionario recordó el proceso que tuvo que atravesar el menemismo para controlar la suba de precios: “El número de pobreza que disparó la última hiperinflación (la de 1989), el gobierno de Carlos Menem recién lo pudo recomponer seis años después. Además tardó un año y medio en poder mostrar un mes con un solo dígito de inflación. Un edificio se destruye en un segundo y reconstruirlo tarda mucho más tiempo, y eso es lo que ha ocurrido en Argentina”.
En el mismo sentido, el portavoz destacó que a diferencia de administraciones que decían que “Argentina tiene menos pobres que Alemania”, el espacio libertario no oculta ni maquilla los datos: “El Gobierno no niega la realidad, sino que la enfrenta y trabaja todos los días para cambiarla. Siempre hemos contado lo que pasa con la más absoluta identidad y con la verdad”.
“Para evitar la hiperinflación, recordó Adorni, se llevó adelante un plan para pulverizar la suba de precios y se logró bajar del 25% (que se registró en diciembre) al 4%, si queremos hacer números redondos. Es exactamente lo contrario de lo que se hizo en las últimas décadas, y se llevó a cabo sin chamanismo económico, sin controles de precios ni ley de góndolas. Hoy los supermercados no remarcan los precios todas las semanas y los intermediarios no se quedan con la plata de los pobres”.
Respecto de esa última frase, el vocero presidencial amplió: “Este plan de estabilización incluyó un apoyo directo a los sectores más vulnerables porque la AUH se aumentó un 308% y la Tarjeta Alimentar un 138%, por lo que ahora cubre el 86% de la canasta básica, mientras que cuando asumimos cubría el 49%. Se eliminaron los intermediarios para que ningún amigo de la política se quede con la comida de los pobres. Y logramos que dejen de extorsionarlos con asistir a una marcha, incluso con niños”.
Para Adorni, antes de hacer un diagnóstico “hay que ver la película completa porque es necesario entender y recordar que la Argentina estaba destruida” cuando asumió Milei.
“Estamos en un proceso de reconstrucción y hay varias cuestiones desalineadas con la realidad, desde el tipo de cambio hasta precios regulados, el transporte, ni hablar cuando ese transporte lo comparo entre el AMBA y el Interior”, agregó.
“Nadie dijo que era un proceso sencillo ni que la actividad o el salario no iban a sufrir. Nos dejaron implantadas un montón de bombas que teníamos que ir desactivando. Con cualquier índice de pobreza es horroroso; cuando haya un pobre en Argentina es porque alguien hizo las cosas mal”, concluyó.