En Fuerza Patria creen que hay varias causas para explicar la derrota del último domingo. Cómo sigue la interna entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner
La derrota electoral salpicó responsabilidades para todos lados. También dio lugar a análisis más detallados, en frío, después del shock que se vivió en la noche del domingo en La Plata. La necesidad de contestar preguntas simples emergió con el amanecer del primer día de la semana. Encontrar el porqué de la paliza, un mes y medio después del 7 de septiembre, cuando el peronismo bonaerense ganó la elección provincial por 13 puntos de diferencia sobre La Libertad Avanza (LLA). Aquel día donde todo olía a triunfo.
En las últimas horas de reflexiones cruzadas por los teléfonos, en Fuerza Patria encontraron múltiples causas sobre el resultado negro del último domingo. Todas vinculadas al contexto circunstancial de los comicios y los acuerdos políticos internos. Todas menos una, que es de fondo y que tiene que ver con una cuestión más conceptual.
En el kicillofismo consideran que el “desdoblamiento sirvió” y evitó que la ola violeta se “lleve puede los concejos deliberantes y la Legislatura”, como sucedió en elecciones de medio término anteriores. La decisión que en su momento tomó Axel Kicillof es defendida por todo el arco político que lo rodea. Siempre fue así, pero mucho más ahora que el sector referenciado en Cristina Kirchner le empezó pasar facturas, por lo que entienden que fue una decisión desacertada.
El adelantamiento de las elecciones bonaerenses volvió a estar en el centro de la interna peronista y los cruces públicos se reflotaron. Otra vez la misma historia. El estado de discusión volvió al punto cero. Al lugar donde había quedado freezado cuando se acordó una tregua y se empezó a negociar la unidad del esquema político para competir en las dos elecciones.
“Los desdoblamientos no sirven. El peronismo es concebido como una fuerza nacional, con un discurso nacional y esta campaña estaba polarizada. Era imposible pensar que el factor local iba a modificar esta decisión”, afirmó en una entrevista radial Teresa García, una de las voces cristinistas más potentes.
Del otro lado del mar salió a marcar la cancha el intendente de Ensenada, Mario Secco. “Es una barbaridad que nos quieran decir que nos borramos. Los que dicen eso, hay que preguntarles qué hicieron ellos. Yo no mezquiné nada en la campaña y otros lo único que hacen es hablar con los medios”, sostuvo, en referencia al rol de los jefes comunales en la elección del domingo, respecto a la provincial.
Las caras sobre el rol del desdoblamiento marcan una línea divisoria bien clara. Para algunos es una de las causas de la derrota, para otros no. Y, tal vez, es el punto neurálgico de los reproches que comenzaron a ver la luz, pero no de las razones más profundas que pueden explicar la caída abrupta del peronismo en la provincia.
Otro de los motivos que exponen en el PJ Bonaerense es el armado de la lista de candidatos a diputados. Sobre su integración hay muchas críticas por parte del peronismo alineado a Kicillof. Desde el momento que se conoció dejaron saber que no era una lista que podía cautivar al electorado y que le faltaba la representación de los intendentes.
“Había que poner a un intendente de la Primera y a otro de la Tercera entre los primeros diez. A la lista le faltó representatividad. Son todos buenos compañeros, pero no tienen votos”, se quejó un importante intendente del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). En el esquema de Kicillof no dudan al apuntar hacia Cristina y Máximo Kirchner como los responsables de la integración de la lista.
Resaltan que el acuerdo, atado con alambre, al que se llegó cuando se fundó Fuerza Patria, dejó en claro que Kicillof iba a tener más preponderancia sobre el armado de listas seccionales y, sobre todo, en las cabezas, mientras que la elección del 26 de octubre quedaba en manos del cristinismo. En ese sentido, recuerdan: “A nosotros nos correspondían cuatro lugares y nos dieron dos. No decidimos nada de esa lista”.
La cantidad de lugares tiene que ver con que cuatro de los legisladores salientes están vinculados al MDF. Sin embargo, Kicillof puso dos nombres, luego de que CFK lo llamara por teléfono para decirle que le quedaban esa cantidad de casilleros disponibles. Hugo Yasky (CTA) y Hugo Moyano hijo (CGT) se sumaron a la lista por el lado del Gobernador.
El primer candidato de la lista siempre fue un punto de conflicto. Nadie se hizo cargo de haber decidido que Jorge Taiana tenía que ser la cara visible de la lista y de la campaña. En el medio de las negociaciones turbulentas, Kicillof planteó que el nombre del candidato fuera alguien que sirviera como punto de encuentro, con el objetivo de evitar una fractura por la disputa del lugar. Entonces, acercó el nombre de Taiana como una opción posible. También puso como ejemplo al ex ministro de Trabajo Carlos Tomada. Un estilo de candidato. Hubo acuerdo en que fuera un nombre propio que se convierta en punto de unidad.
El peronismo ingresó en una etapa donde debe empezar a desarrollar una autocrítica extensa e intensa para poder llegar a conclusiones sobre por qué la gente no los eligió como primera opción en la mayor parte del país. “Hay que volver a enamorar. Y no va a ser fácil”, se animó a decir un peronista romántico en el medio de una batahola de reproches. El desafío es gigante.
