Economía

Inversiones: opciones para ganarle a la inflación en el corto plazo

La inflación es el peor dolor de cabeza para los argentinos de a pie. Sobre todo para quienes hacen malabares con salarios o ingresos independientes, como profesionales o emprendedores, que suben de forma nominal, pero que a fin de mes dejan gusto a poco.

Marzo será otro mes de precios en alza y bolsillos estresados. Según las previsiones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central, la inflación esperada para el primer semestre del año rondará el 5,7% promedio mensual y la variación para todo 2023 la ubican por encima del 97%.

Entonces, ¿cuáles son las mejores alternativas para cubrirse? La respuesta no es unidireccional. Juega el perfil del inversor y el riesgo que esté dispuesto a asumir, pero, sobre todo, el plazo. Es un trabajo artesanal. Para el corto plazo –dos o tres meses– pueden funcionar mejor algunas alternativas; y para cuando se alarga la mirada, a seis o siete meses, otros. “La inflación local se aceleró a 6% en enero y habría permanecido en este nivel en febrero, con la núcleo disparándose por encima de 7%”, evalúa de entrada Ariel Manito, director comercial de PPI, y agrega inmediatamente el condimento extra: “Un factor clave que entrará en juego es el político e influirá el perfil del próximo gobierno en cuanto a la velocidad de implementación de lo inevitable: devaluación del tipo de cambio oficial y ajuste fiscal que permita la sustentabilidad de la deuda” .

Hecho el diagnostico, hay que analizar alternativas, sus pros y sus contras, calibrar riesgos y privilegiar siempre aquellas opciones que permitan una vía de escape relativamente rápida si el terreno se complica.

El tradicional plazo fijo encuentra hoy competencia directa en las letras emitidas a descuento por el Tesoro, las Ledes y, en las Lecer, los bonos cortos que ajustan por inflación y en algunos bonos nacionales y provinciales. “La Bolsa tiene instrumentos que son sustitutos imperfectos de un plazo fijo, como las letras del Tesoro, que van de un plazo de 30 a 122 días, con la particularidad que podemos hacernos de liquidez inmediata vendiendo el instrumento en plazos de contado inmediato, a diferencia de un depósito bancario”, explica Mauro Mazza, analista en Bull Market Brokers

“En lo que respecta a las inversiones de corto plazo, la tasa fija es por el momento la de mejor performance si lo comparamos con instrumentos atados a la inflación en lo que va del año”, apunta Melina Di Napoli, analista de producto en Balanz. “Esto se debe a que las tasas efectivas mensuales (TEM) de las letras del Tesoro en pesos a descuento (Ledes) son las que mayor rendimiento otorgan, ubicándose en 6,3% para marzo, 6,9% para abril y 7,2% para mayo”, apunta la especialista. La tasa efectiva anual (TEA) en este caso promedia 126%.

El plazo fijo, en tanto, rinde 75% anual en términos de tasa nominal (TNA) y deja en el bolsillo del inversor un 6,2% mensual. El rendimiento efectivo (TEA) sube a 107,5% anual si se tiene la conducta y la constancia de, cada mes, al vencer el depósito a plazo, volver a renovar capital e interés por otros 30 días y así sucesivamente.

Además del diferencial de tasa buscando la mejor relación plazo/precio de cada momento, la principal diferencia con las letras es que estos títulos permiten salir de la inversión en cualquier momento –tienen mucha liquidez en el mercado de capitales– para pasarse a otro instrumento con mejor rendimiento o ir directamente a cubrirse en dólares si se diera un salto cambiario no tan discreto.

“La estrategia que estamos sugiriendo para quien invierte en letras es posicionarse en las que tienen vencimiento hasta el 30 de junio de 2023, con la S30J3 que paga 1000 puntos básicos sobre un plazo fijo (85% de TNA) y luego migrar a caución a siete días”, recomienda Mazza. “De esta forma, maximizamos la renta en pesos mensual y luego salimos del ‘riesgo Estado’ para migrar a riesgo privado en pesos”, enfatiza en relación al estrés que suele afectar al mercado cuando se acerca la fecha de elecciones.