Los analistas financieros empezaron a reconfigurar sus proyecciones luego de la contundente victoria del ultraliberal Javier Milei en el balotaje presidencial que se desarrolló el domingo 19, cuando doblegó en la carrera al actual ministro de Economía Sergio Massa.
La economía convive con una inflación proyectada al 180% para 2023, fuerte presión devaluatoria, alto déficit fiscal, caída en las reservas netas del Banco Central y un creciente índice de pobreza. Todos esos son severos condicionantes para capitalizar una mejora sustancial en la cotización de acciones y bonos de la Argentina. Sin embargo, los agentes operan en función a las expectativas, por encima de los fundamentos presentes, y en este aspecto se abrió una ventana para un cierto optimismo.
En la última semana se produjeron una serie de hitos que sirven como referencia para entender cómo se están posicionando los agentes del mercado. El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró el martes 21 -primera rueda operativa tras los comicios- un alza de 22,8% en pesos y de 20% en dólares “contado con liqui”, la más grande para un solo día desde el establecimiento de la convertibilidad y la creación del peso argentino hace 33 años. Asimismo, la acción de YPF ganó 40% en un solo día, un alza inédita.
En cifras, el índice S&P Merval cerró el viernes en récord nominal de 917.599 puntos, mientras que medido en dólares -según la paridad del “contado con liquidación”- alcanzó los 991,8 puntos, con lo que cerró el “gap” histórico con la rueda del 9 de agosto de 2019, cuando alcanzaba los 980,3 puntos. Hay que recordar que el lunes 12 de agosto de aquel año las acciones y los bonos argentinos padecieron una caída con escasos precedentes -de 50% y 30% en dólares, respectivamente- de la que recién ahora se están recuperando, con la mirada puesta en diversos trascendidos acerca de nombres de funcionarios del próximo gobierno y eventuales medidas económicas bajo estudio.