Comenzó el plan de vacunación contra el coronavirus en el país. Fueron 301 días lo que pasaron desde que se confirmó el primer caso positivo de Covid 19, hasta la aplicación de las primeras dosis rusas. Durante ese tiempo, la Argentina tuvo 1.578.267 contagiados y superó los 42.000 fallecidos, cifras que colocan al país entre los primeros 12 del ranking global.
En medio de la preocupación por la aceleración de los nuevos casos, el gobierno nacional repartió en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires las primeras 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V, que en esta primera etapa estará focalizada en el personal de salud. La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, recibió 123.000 vacunas –el 41% del total–, Santa Fe 24.100, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 23.100, Córdoba 21.900, Tucumán 11.500, Mendoza 11.000, Entre Ríos 10.100, y Salta 8300.
Esto fue lo que hablaron el último sábado el presidente Alberto Fernández y los gobernadores. Ahí, además, hubo un acuerdo mayoritario para dar el ejemplo. El Presidente y la mayoría de los mandatarios provinciales se vacunarán con la Sputnik V. Aún no se resolvió cuándo, ya que las dosis que llegaron al país fueron autorizadas para personas de entre 18 y 60 años; Fernández tiene 61.
Durante los meses de enero y febrero llegarán al país otros 20 millones de dosis para completar la vacunación del personal de salud y de las fuerzas de seguridad. Será en abril, según confirmó el ministro de Salud, Ginés González García, con el arribo de 22.400.00 dosis de la vacuna de Astrazeneca y la Universidad de Oxford, cuyo suero produce en el país mAbxience, empresa de Hugo Sigman, que “comenzará masivamente” el cronograma de vacunación.
“La vacuna se empieza a aplicar en quienes son los más necesarios para la sociedad y quienes están más expuestos también”, describió González García, quien además subrayó que la segunda dosis de la Sputnik V debe ser aplicada “después de 21 días” de la primera dosis y hasta el día 60 posterior.
Si bien acordó con varios laboratorios la compra del medicamento, el gobierno nacional priorizó la negociación con Rusia. Incluso, a diferencia de lo que ocurrió con el suero de Pfizer, la aprobación de la Sputnik V fue firmada por el Ministerio de Salud, que se sustenta en una recomendación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Esto generó dudas en la oposición, que le pidió al Gobierno que explique cómo fue el proceso de autorización de la vacuna rusa. En las últimas horas, como adelantó LANACION, se filtró parte del expediente interno que realizó la Anmat para avanzar con la “autorización de emergencia” de la vacuna del Fondo Ruso de Inversión Directa, que expone parte de la información que aún no hizo pública el organismo ruso sobre efectos adversos que tuvieron voluntarios incluidos en la fase 3.
Según el texto, el evento más frecuente fue un síndrome similar a la gripe. Otros sufrieron cólico renal, trombosis venosa profunda y un absceso en miembro. “La Anmat hizo un análisis correcto y es favorable a la vacuna”, dijo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez tras leer el documento.
La Argentina no es la única Nación que negoción con el Kremlin. En el listado aparecen también Venezuela, Bielorrusia y Brasil. Además, en varios países, como la India, Corea del Sur, Nepal, Uzbekistán, Egipto, México y Kazajistán, distintas empresas del sector privado están también en conversaciones con el Fondo Soberano de la Federación Rusa.
Otra negociación que generó problemas políticos fue con China. La falta de resultados determinó la salida sorpresiva del embajador en Baijing, Luis Kreckler, que será reemplazado por Sabino Vaca Narvaja-hijo de Fernando, histórico líder de Montoneros, y hermano de Camilo, expareja de Florencia Kirchner, que tiene oficina en la Casa Rosada-, que hasta ahora oficiaba como un embajador paralelo bajo el título de “representante especial para la Promoción Comercial e Inversiones”.
Mientras tanto, el Gobierno se prepara para lanzar el plan de vacunación, una de las apuestas para cerrar el año. En medio de la crisis económica y social, el Presidente se había impuesto la meta de comenzar la vacunación antes de la llegada de la segunda ola de contagios. En la Casa Rosada tienen claro que encarar un año electoral con una cuarentena estricta, como sucede en Europa, podría complicar seriamente las chances.
“Hicimos un operativo realmente importante, no sólo es la llegada (de las vacunas) sino desembalar, verificar que estuvieran perfectas, que la temperatura había sido conservada todo el tiempo y reembalar otra vez con la temperatura (indicada), con toneladas de hielo seco; se trabajó día y noche en varios turnos y eso hizo que ayer a la madrugada empezaran a salir los camiones a todo el país”, detalló González García.