Johnson & Johnson anunció hoy que su vacuna contra el Covid-19 de dosis única tiene una efectividad general del 85% para prevenir la severidad de la enfermedad. No obstante, también informó que no resulta tan eficaz contra la nueva variante africana, donde llega a demostrar solo un 57% de capacidad para luchar contra el coronavirus.
Este martes, Johnson & Johnson (J&J) había anunciado que comunicaría los resultados del ensayo clínico sobre su vacuna “la próxima semana”, en palabras de Joseph Wolk, director financiero de la farmacéutica estadounidense a la cadena CNBC. Al parecer, los mismos se adelantaron.
Tras la publicación de los resultados, la compañía pediría la autorización de emergencia para su inmunizante de una dosis, pudiendo convertirse poco después en la tercera vacuna en ser autorizada por las autoridades en Estados Unidos.
Wolk había dicho también que el estudio en fase 3 realizado con 45.000 personas en 80 países incluía potencialmente casos de las nuevas cepas identificadas en Brasil y Sudáfrica.
Por otra parte, cuando hay problemas en los tiempos de producción de las vacunas desde los diferentes laboratorios, el ejecutivo aseguró que “En términos de suministro” estaban “muy confiados y en camino para cumplir” sus compromisos.
Así, estimaba la producción de 100 millones de dosis para Estados Unidos antes de final de junio, unas 200 millones de dosis antes del fin del año para la Unión Europea, con envíos que deben comenzar en abril. Otros 200 millones de dosis serán destinadas para países en desarrollo, que empezarían a mandarse en la segunda mitad del año.
La aprobación de esta una nueva vacuna llegaría en momentos en que Estados Unidos busca acelerar su tasa de inmunización, ya que el nuevo objetivo del flamante presidente, Joe Biden, es alcanzar los 1,5 millones inyecciones por día.
Composición
La vacuna de J&J, como las de laboratorios estadounidenses Pfizer y Moderna, envía instrucciones genéticas a las células humanas para crear una proteína específica contra el coronavirus y así entrenar al sistema inmunitario para cuando tome contacto con el virus vivo.
Pfizer y Moderna usan moléculas de ARN monocatenario, mientras que la vacuna de J&J despliega un ADN de doble cadena que se convierte en ARN dentro de las células humanas para alcanzar el mismo objetivo.
El ADN lleva a cuestas una versión modificada y no replicada de un resfriado común que causa adenovirus. Este virus actúa como vehículo para entregar carga genética en el núcleo de células humanas.Las vacunas de AstraZeneca, Sputnik y CanSino usan una técnica similar, conocida como “vacunas de vector adenoviral”.Son más resistentes que los punteros inmunizantes de ARN y pueden ser almacenadas en temperaturas de refrigeradores, por lo que no precisan congeladores especiales.En octubre, la farmacéutica estadounidense había suspendido temporalmente la prueba clínica de su vacuna debido a que uno de sus participantes se enfermó.